El color del vino no es solo una característica estética; revela información clave sobre su tipo, edad y proceso de elaboración. Desde el dorado brillante de un vino blanco hasta los tonos intensos de un vino tinto, el color proporciona pistas valiosas que pueden mejorar nuestra experiencia de cata. A continuación, exploramos qué le da color al vino, cómo identificarlo y cuáles son los colores principales que puedes encontrar.
¿Qué le da color al vino?
El color del vino proviene de los polifenoles presentes en las uvas, especialmente los antocianos y los taninos. Los antocianos son compuestos naturales que se encuentran en la piel de las uvas tintas y son responsables de los tonos rojos y morados del vino. Los taninos, por su parte, también están presentes en la piel y las pepitas de la uva, y contribuyen a la textura y astringencia del vino.
En los vinos blancos, el color proviene principalmente de la piel de la uva y de cualquier proceso de oxidación o envejecimiento. Aunque las uvas blancas tienen pulpa incolora, el color puede variar debido al contacto del mosto con la piel durante la vinificación o al envejecimiento en barricas.
Cómo identificar el color del vino
Para identificar el color del vino, puedes seguir estos simples pasos:
- Usa una superficie blanca: Coloca una hoja de papel blanco o una servilleta debajo de la copa para tener un fondo neutro que contraste con el vino.
- Ilumina el vino: Con la copa inclinada ligeramente hacia abajo, utiliza una fuente de luz (como una linterna) para iluminar el vino. La luz permitirá que el color se proyecte claramente sobre el fondo blanco.
- Observa las tonalidades: Fíjate en las diferencias de color en el centro, los bordes y la punta de la copa. Esto te dará una idea del tono general y de la intensidad del color del vino.
Colores principales del vino
El color del vino puede clasificarse en varias tonalidades, cada una asociada con diferentes tipos de vinos y etapas de envejecimiento:
- Vino blanco:
- Amarillo verdoso: Vinos jóvenes, frescos y vibrantes.
- Amarillo paja: Común en muchos vinos blancos.
- Amarillo dorado: Vinos con un envejecimiento moderado o semidulces.
- Oro: Vinos dulces o con envejecimiento prolongado.
- Ocre: Vinos con un notable paso por madera o envejecimiento extenso.
- Vino rosado:
- Salmón: Tonalidad característica de muchos rosados jóvenes.
- Rosa: Variedades que pueden ser más profundas o más claras, dependiendo de la maceración.
- Vino tinto:
- Púrpura: Vinos jóvenes con alta concentración de antocianos.
- Rubí: Tintos de mediana edad, típicos de varietales como el tempranillo.
- Granate: Tintos envejecidos que han desarrollado un color más profundo y complejo.
- Teja: Vinos con un envejecimiento prolongado, mostrando signos de oxidación y madurez.
El color del vino es una herramienta valiosa para los enólogos y los aficionados por igual, proporcionando información sobre la juventud, la crianza y el tipo de uva utilizada. Al aprender a interpretar estos colores, puedes mejorar tu capacidad para seleccionar y disfrutar vinos que se adapten a tus preferencias.