La historia de Bodega Barbacana y su tannat comenzó casi por casualidad. En 2009 cuando, mientras preparaban la finca para plantar vides, la familia se enfrentó a la decisión de qué variedades elegir para su proyecto, que incluía uva de mesa y vinífera. Decidieron optar por la variedad Syrah, bien adaptada al valle, y pidieron plantines importados de Francia. Sin embargo, al habilitar una nueva parcela y no contar con suficientes plantines importados, el gerente del Vivero el Carmen les sugirió plantar Tannat, una cepa no tan conocida en Bolivia en ese momento. Así, plantaron su primera parcela de tannat, una elección que definiría el futuro de la bodega.
La primera vinificación de tannat tuvo lugar en 2015. Después de vender gran parte de la uva a otra bodega, la familia conservó una pequeña cantidad para hacer una microvinificación y produjo alrededor de 300 botellas. Ese mismo año, su Syrah 2014 ganó el premio al Mejor Vino Varietal del Año, lo que llevó a un cambio en la visión de la bodega, que pasó de vender uvas a producir vinos de alta calidad. Decidieron crear un vino reserva, envejeciendo el tannat en barricas de roble americano durante 12 meses, seguido de otros 12 meses de reposo en botella antes de salir al mercado. Este Tannat Reserva se convirtió en su carta de presentación, ganando rápidamente reconocimiento.
Las primeras referencias positivas llegaron en 2017, cuando comenzaron a hacer degustaciones con familiares y amigos, y luego en vinotecas de Tarija. Un vinotequero francés llamado Steff Toussaint, dueño de una vinoteca en Santa Cruz, probó el vino y se convirtió en su distribuidor en esa ciudad. En La Paz, Jorge Marcantonio, un amante del vino argentino, también se interesó y se convirtió en su representante hasta que se mudó a otro país. Estos contactos fueron fundamentales para dar a conocer Barbacana y su propuesta.
El Tannat Barbacana Reserva es un vino de alta gama, equilibrado, sedoso y bien estructurado, con un color rojo púrpura intenso y profundo. En nariz, presenta una complejidad de aromas frutales, especiados y orgánicos, como ciruela, frambuesa, arándano, pimienta blanca, humo, cacao y notas terrosas. En boca, es un vino estructurado y pulido, con un final largo que deja sensaciones a frutos maduros, pimienta y tierra mojada. Si este vino fuera una persona, sería alguien con carácter, educado, elegante y decidido.
