Los vinos de la bodega han logrado sentarse en la mesa de algunos de los restaurantes más prestigiosos de Perú y Brasil, al mismo tiempo que consolida su entrada a Alemania, Bélgica e Italia.

Fundada el año 2019, la bodega Jardín Oculto ha logrado posicionarse en el competitivo mundo del vino a nivel nacional e internacional. Con una materia prima protagonizada por vides de doscientos años que crecen en árboles como el molle o el chañar, Jardín Oculto ha transformado algunas de las plantas de uva más antiguas de Bolivia en verdaderas joyas de la enología.

Las cualidades extraordinarias de su materia prima han dado como resultado vinos excepcionales en variedades criollas y poco convencionales como la negra criolla, la moscatel de Alejandría y la vischoqueña, una variedad nativa que solo se produce en Bolivia.

En Perú, los vinos son parte del menú degustación de Central, restaurante elegido como el mejor del mundo en 2023 por The World’s Best 50 Restaurants, una lista elaborada por la empresa William Reed Business Media del Reino Unido.

Mientras, en São Paulo, Brasil, las tres variedades que ofrece Jardín Oculto pueden ser adquiridas en el selecto restaurante Tuju, catalogado como uno de los mejores del país. Así, Jardín Oculto se convierte en la primera bodega boliviana que logra exportar al país vecino, allanando la barrera legislativa para que otras bodegas del país puedan imitarlo.

En el caso de Europa, su distribución será similar con el ingreso a restaurantes de alto perfil en Alemania, Italia y Bélgica.

“Son vinos de alta gama que nacen de una tradición vitícola distinta. Por eso necesitan a un narrador que cuente su historia”, dice María José Granier, fundadora de Jardín Oculto, sobre la decisión de exportar bajo esta modalidad.

“Son vinos de alta gama que nacen de una tradición vitícola distinta. Por eso necesitan a un narrador que cuente su historia”

Para María José, el ofrecer sus vinos en algunos de los lugares más selectos del mundo y la región le genera un sentimiento de profunda satisfacción, pues quienes allí conocen su historia sorbo a sorbo quedan con ganas de más.

Escondido en lo más alto de la enología global, en aquel selecto movimiento de bodegas que trabajan por rescatar las variedades criollas en el mundo del vino, se encuentra Jardín Oculto.