Fue en la década del 40 cuando los primeros atisbos de lo que hoy es la Bodega Marquez de la Viña se empezaron a mostrar. Pues en el municipio de Vinto nació como el oficio de hacer vino para viajeros y para la iglesia aledaña. Tanto la estación de trenes como la carretera antigua de Oruro fueron los impulsores inconscientes que consolidaron la bodega que hoy, unos 80 años después, sigue apostando por asentar una cultura del vino en Cochabamba.

Y es que la bodega-boutique Marquez de la Viña, además de ser la más antigua del departamento, cuenta también con atractivos como cubas antiguas para la elaboración del vino o barricas de roble francés traídas desde el país galo. En estas últimas descansan las líneas de colección y alta gama de la bodega.

Si bien Marquez de la Viña nació con los conocimientos heredados de un grupo de italianos a la primera generación de la bodega, la segunda generación “llegó” con conocimientos formales en enología y técnicas nuevas. Por su parte, la tercera y actual generación, también compuesta por enólogos —formados en Chile—, tomaron las riendas en 2014. Desde entonces, la mezcla de estilos boliviano-chileno-franceses impuesta por las actuales cabezas de la bodega les ha valido reconocimientos en el plano nacional tanto por los vinos como por los singanis.

Desde la bodega manifiestan que “aún queda mucho por explorar en el terruá cochabambino”. Si bien la historia del vino en Bolivia ubica a Cochabamba, Luribay y Potosí como los lugares más antiguos en materia vitivinícola, en  Marquez de la Viña sienten que es hora de volver a resaltar la presencia de la llajta. Por lo pronto, la bodega trabaja por ubicar a Cochabamba en lo más alto del mapa del vino nacional.

Finalmente, los enólogos de  Marquez de la Viña manifiestan que, más que grandes saltos en la calidad del vino nacional, falta una “consolidación del paladar del consumidor”. Es decir que el vino boliviano no tiene nada que envidiar a la producción extranjera, pero el déficit está en que aún no se aprecia en el mercado interno. Es así que la bodega trabaja en miras de seguir expandiendo su historia, la historia de la bodega más antigua de Cochabamba. 

Síguelos en Redes Sociales para conocer más de la esta Bodega Boutique.