Tres tiempos, tres vinos, y tres palabras para definir la experiencia de Gran Reserva y La Concepción.

El contraste es una base en la cata de vinos. La capacidad adquirida de distinguir y discriminar sabores, aromas y texturas se basa en la diferencia, en aquello que tiene un vino y otro no. La cata se basa también en la comparación, en construir una imagen por oposición, definir un vino con relación al resto.

El contraste es también uno de los conceptos detrás de Velas y vinos, la cata realizada por la cava bistró Gran Reserva el viernes 6 de octubre en el Hotel Vendimia. Y es que la delicada idea de una vela y su llama parece ajena a lo que entendemos por “Salvaje”, nombre de la línea de La Concepción que fue protagonista en la cata de tres tiempos.

Gonzalo Ávila, quien junto a Miguel Gutierrez encabeza Gran Reserva, explica que para él la cata es como una cita, una cita entre el catador y la copa de vino. Las velas son aquellas que dan el ambiente y recuerdan que se trata de un momento especial, de un encuentro con uno mismo. Un momento que tendrá su clímax cuando los labios choquen con la copa y reciban el efluvio de lo que alguna vez fue un racimo de uvas.  

“Los tours y rutas del vino son buenos, pero toman toda una mañana o tarde. Estas catas van al grano, directo al vino, y en la ciudad”.

Anahí Narváez

En la cata importa, ante todo, la variedad y, por lo mismo, una sola no es suficiente. Velas y vinos es solo el inicio de una intención por mostrar a Tarija la variedad de etiquetas que hay en el departamento. Los próximos eventos de Gran Reserva serán siempre una nueva oportunidad para lanzarse al abanico de sensaciones y marcas escondidas entre el tumulto de opciones.  

“Tenemos que comenzar a entender que el vino es una de las principales industrias del país. El vino es nuestra bandera y no la asumimos”.

Gonzalo Ávila.

Autodeclarada fan de los vinos, Anahí Narváez encuentra en las catas la oportunidad perfecta para conocer nuevas variedades y enriquecer la experiencia de su paladar. Tras el evento, se llevó consigo la certeza de que no hay dos catas similares. En Velas y vinos pudo aprender más de la fase gustativa de la cata.

Fue un retorno a lo básico, a lo más elemental, a los dos pasos cuando el vino ya está en la copa: el primer y el segundo sorbo. “Manual práctico del primer y segundo sorbo” podría llamarlo si quisiera explicar el proceso. Pero no es así, es una experiencia que se tiene que vivir en carne propia, con la copa en mano y en tres tiempos.

“Estamos convencidos de que lamentablemente hay muchas líneas, gamas y bodegas que no se conocen, por eso buscamos ser un soporte de promoción para ellas”.

Gonzalo Ávila.

Tres tiempos, como si se tratara de una especie de introducción, nudo y desenlace que se desarrollan entre la lengua, el paladar y las fosas nasales, donde bailan el sauvignon blanc el, blend y el cabernet sauvignon de Salvaje con los maridajes. Esa historia de vinos y maridajes en Gran Reserva se divide inevitablemente en tres y se resume también en tres palabras: Velas y vinos.