Hay una Tarija más allá de la plaza, más allá de la ciudad, y un poco más allá de los vinos.

La riqueza gastronómica tarijeña se manifiesta cada tanto en formas no tan visibles y, muchas veces, fuera de los límites de la ciudad. Tal es el caso de las comunidades aledañas al municipio de Padcaya, cuyos quesos tienen tantas presentaciones como sabores.

Es a lo largo de Huacanqui, Rosillas y Abra de San Miguel donde las familias subsisten en base a agricultura y producción lechera. Estas familias son en parte quienes dotan de leche a las empresas lácteas del departamento. Sin embargo, aquellos días que no comercializan su producto o no venden todo, reservan una parte para elaborar sus propios quesos.

Es así que, en vista de la potencial ruta turística y gastronómica, en el año 2018 un grupo de tres estudiantes presentó un proyecto de investigación en la Universidad Juan Misael Saracho. El objetivo era consolidar este nuevo espacio turístico e impulsar los emprendimientos de las mujeres de la zona. El trabajo de meses tuvo como resultado el siguiente recorrido.

La ruta parte desde Chaguaya tras la respectiva visita al santuario. El destino inmediato está a pocos minutos. Se trata de Abra de San Miguel, comunidad donde un grupo de seis mujeres da la oportunidad a los turistas de elaborar sus propios quesos. Bajo el concepto de “turismo vivencial”, los visitantes dejan de ser espectadores para formar parte de la experiencia. A la producción artesanal le sigue una degustación de quesos saborizados y vinos también artesanales hechos por los propios pobladores.

A continuación, la visita se detiene en la comunidad de Rosillas, donde un almuerzo tradicional con música en vivo precede a los licores de leche, yogures y quesos fundidos. La ruta sigue hasta una pequeña parada en Padcaya para probar masitas locales y se dirige luego a la última comunidad. En Huacanqui la experiencia se basa en un estilo de blend de quesos, pues los hay de cabra, de vaca y de vacabra, como los llaman ahí.

La vuelta a Tarija es el fin de un paseo que se da solo una vez al mes, pues todo lo bueno llega de a poco. Actualmente, la ruta del queso tarijeño es coordinada por Pamela Oliva y Leydi Rengifo, junto a la Asociación de Cámara de Operadoras de Turismo (Acotur), quienes coordinan los viajes mensuales. Esta es una experiencia latente para todo aquel que busca encontrar la totalidad de Tarija, que busca su riqueza más allá de lo ya conocido.