“Tengo el placer de anunciar que el Gobierno de los Estados Unidos ha reconocido al Singani como un producto distintivo de Bolivia. El trabajo de los productores de uva y Singani ha sido clave para tener este logro comercial y hoy brindo por la visión de encontrar esa oportunidad en el mercado estadounidense”

Con esta declaración, el  Encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, Jarahn Hillsman anunciaba en redes sociales el reconocimiento del Singani como un producto de denominación de origen boliviano; situación que abre la oportunidad a nuestra bebida emblema de abrirse más puertas en el mercado más grande del mundo.

Para Fernando Galarza, Gerente General de ANIV, es un paso más que importante que lleva casi dos décadas de proceso, “todo nace con una ley de Denominación de Origen promulgada allá por el año 1993, que ya instaba a la creación de un Consejo de Regulación que debía realizar este trabajo, pero que fue diluyéndose en el tiempo”

Fernando Galarza | Gerente General de ANIV

Uno de los principales hitos en esta historia, fue la primera exportación lograda por Casa Real de la mano del reconocido cineasta Steven Sodenberg, bajo el nombre comercial de Singani 63, sin embargo estas primeras exportaciones denominaba al producto como un coñac o aguardiente de uva.

 “Luego de un gran esfuerzo encarado por alrededor de 10 años, iniciado por el sector productivo privado vitivinícola; el año pasado, la FDA (Food and Drug Administration), instancia que avala la comercialización de cualquier producto o fármaco en Estados Unidos, emite una resolución que admite al singani como una bebida originaria de Bolivia y que puede ser importada por su propio nombre” En reciprocidad a este reconocimiento, el Gobierno Boliviano y el Sector Vitivinícola reconocen al bourbon whisky y el Tennessee whisky como bebida originaria estadounidense.

Este reconocimiento, además de abrir el mercado más importante a nivel internacional para nuestro singani, es un primer paso para consolidar otros mercados como Europa y Asia; incrementando las posibilidades de exportación, aumentando la demanda, y por supuesto, incentivando el crecimiento de la industria.